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Natalie Lo

El auge de la IA en oftalmología

Con el coronavirus causando estragos en los sistemas médicos y de salud en todo el mundo, la necesidad de una atención médica mejorada y mejor organizada se ha vuelto cada vez más evidente. Una solución emergente para esto es el uso de inteligencia artificial (IA) tanto en la atención médica general como en la oftalmología.


La IA en el cuidado de la salud tiene un enorme potencial para aumentar la eficacia y mejorar la detección, el diagnóstico y el seguimiento de enfermedades. La inteligencia artificial se puede utilizar para analizar tendencias y realizar diagnósticos, ya que la IA puede aprender las tendencias y patrones y aprovechar los datos. Usando lo que la IA ha estudiado con su algoritmo, los profesionales de la salud podrán brindar atención individualizada a pacientes con enfermedades retinianas (oculares). Más importante aún, la IA puede ayudar a los investigadores en el descubrimiento científico y ayudar a mejorar la eficiencia y el éxito de los ensayos clínicos. En lugar de que los investigadores examinen horas de datos, la IA puede hacerlo en una fracción del tiempo, lo que demuestra que la IA tiene el potencial de mejorar la atención del paciente en cada etapa del camino del paciente.



Sin embargo, la inteligencia artificial en la atención médica tiene un largo camino por recorrer, en el que la infraestructura de datos debe mejorar y se debe producir una inteligencia artificial más potente. Es necesario establecer puntos de referencia, que son piezas de datos que son indicadores específicos de algo (enfermedades en este caso) para que la IA pueda identificar enfermedades como cataratas congénitas, glaucoma o papiledema. La participación del gobierno es crucial para establecer un marco regulatorio para que nuestro uso de la IA sea lo más ético posible; no se violará ningún problema de privacidad de los datos. Asimismo, requerirá una amplia colaboración entre los profesionales de la salud, la industria tecnológica, el sector económico y el gobierno para garantizar un despliegue seguro. Las herramientas que se utilizan deben estar validadas clínicamente, a fin de aprovechar la capacidad de la IA para analizar en profundidad los datos e interpretar las recomendaciones de la IA en un entorno clínico. Al poder analizar mucho más de los datos de cada individuo y al utilizar las recomendaciones de IA, los proveedores médicos ahora pueden tomar decisiones informadas en medicina personalizada.Esto finalmente ayudará a transformar la atención médica y la oftalmología líder en una dirección más personalizada.


Como ocurre con todos los descubrimientos científicos y sanitarios, se debe considerar la accesibilidad. La IA es costosa de implementar y usar, y con las disparidades ya aparentes entre la atención médica en áreas empobrecidas y las áreas ricas solo en Canadá, debemos considerar la posibilidad de que esta tecnología amplíe aún más la brecha económica en áreas que tienen altos índices de pobreza. así como las zonas rurales y las zonas más ricas. Con la ayuda de organizaciones como World in Focus, que tienen como objetivo reducir las desigualdades en la atención médica que existen en nuestro mundo y aumentar la disponibilidad de la oftalmología, tal vez esta innovadora tecnología de inteligencia artificial pueda ser accesible para todos e impulsar la atención médica en una dirección positiva.



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